La categoría privilegiada de lo real existente, es lo creado... Osea el resultado de lo que hacen los creadores. El progreso en general y la imaginación humana no tienen límites más que la realidad física, aunque esta también es “Relativa”, “desde Einstein” (me lo dijo un amigo hace poco:).
Y en esta categoría de lo real privilegiado está como no el arte. Antes le llamaban las Bellas Artes pero se cambió por Arte a secas porque Lo Bello es discriminatorio, casi xenofobo, demasiado categórico… El arte no podía seguir siendo nada en concreto. Menos aún un gusto adquirido, innato, que barbaridad.
Al final lo dejaron en “Mundo del Arte”. Eso si que si… nada más y nada menos que un Mundo!. Y este planeta del arte, es un mundo abierto a los demás mundos. Un universo para aventureros y descubridores. Eruditos o aprendices… La democracia en estado puro. Hace mucho que los conceptos de Umberto Eco de Obra abierta* son un puro atraso… porque nada hay cerrado, todo está abierto. Las posibilidades para los hambrientos de lo estético son infinitas. Cualquier gusto adquirido es algo mal visto, hay que experimentarlo todo y estar abierto a todo. Nada hay de peor gusto que tener gusto.
El mundo del arte es una ruta de degustación. Hablamos de alimentos refinados, con una paleta infinita de colores y sabores.
Hace tiempo que es norma de la Academia Contemporánea el bulo atribuído a Joseph Beuys decía que todo es arte y cualquiera puede ser artista (en realidad él dijo todo lo contrario). Por eso no sorprende encontrarse los teoremas y ocurrencias de Ferrán Adriá en un evento artístico. Pero yo me pregunto:
¿Era necesario que la Academia contemporánea, después de hacernos pensar que hablar de gustos es cosa de ignorantes, nos ofrezca una alusión tan evidente a las papilas gustativas?.
¿Es al fin y al cabo tan difícil (o imposible) despegar Arte y Gusto?.
* Igual que la pugna entre apocalípticos (defensores de un arte noble) e integrados (defensores de la indiferenciación entre arte noble o bajo)